lunes, 16 de diciembre de 2013

Pensiones privadas para salvar los bancos

Las pensiones públicas no son sostenibles. Hazte un plan de pensiones.

¿A que os suena?... Este mensaje lo han repetido incansablemente todas las autoridades y poderes fácticos desde que empezó la crisis. Y han dado pasos, precarizando las actuales prestaciones, para que sea creíble. Por aquello de las expectativas racionales.

Sin embargo las pensiones sí que son sostenibles, no voy a insistir en demostrarlo porque ya escribí sobre ello en Abril y antes que yo lo han hecho notables economistas como Vincenç Navarro. Sin embargo, sí me interesa traer aquí el porqué de este discurso tan insistente.

Habría que empezar por explicar como funciona un banco. De manera resumida. Si digo que todos los bancos están en quiebra dirán que soy un exagerado, que la crisis no es tan grave. Sin embargo no tiene que ver con la crisis, es la propia naturaleza del negocio bancario. Todos los bancos tienen pasivos exigibles a corto que no cubren con su activo, ya que éste es realizable a largo plazo. En conclusión, quiebra técnica.

¿A qué me refiero? Veamos una simplificación. El señor A ingresa 100€ en un banco que le ha tocado en la quiniela, el banco guarda las reservas legales del depósito (un 5%) y le presta el resto, 95€, al señor B a 5 años. Este señor usa el dinero para comprar en la tienda de C, que lo ingresa en el banco. El banco vuelve a reservar un 5% y le presta los otros 90´25€ a D, también a 5 años, que se los da a E y los ingresa. En estos momentos, A, C y E pueden sacar del banco, en cuanto lo deseen, a la orden, 285´25€, sin embargo, en el banco solo hay los 100€ del principio. El banco está creando dinero a través del crédito.

Este desfase entre lo que resulta exigible a corto plazo y los derechos de cobro a largo plazo supone un importante gap de liquidez para los bancos. Es lo que los y las economistas llamamos descalce de plazos. Y llegados a este punto es cuando se nos viene a la mente el tercer momento que todos recordamos de Eric Cantona. Después de la patada voladora a un hincha y el anuncio aquel en que decía "au revoir", aquella campaña de 2010 en que pedía que todos retirásemos nuestro dinero de los bancos para quebrar el sistema.


Y no le falta razón al ex-futbolista. Claro, que este riesgo sistémico de quiebra aumenta no solo por la percepción del mismo, por la posibilidad de un pánico y una retirada masiva de fondos. También aumenta cuanto mayor sea este gap, y por tanto más frágil sea el sistema. Para ello se analizan los ratios de liquidez y solvencia (contemplando también el neto patrimonial) de las entidades financieras.

Si nos atenemos al principal de esos indicadores, el ratio de solvencia Core Capital, que es igual al capital principal entre el pasivo exigible, vemos que los mejores resultados los obtienen las siguientes entidades:


Y todas las demás entidades con ratios más bajos. La mayoría rondando el 5% de las reservas legales exigibles. Esto significa que en el mejor de los casos, el banco soportaría una fuga de capital del 11% antes de no poder atender a sus obligaciones.

Sin embargo, es muy difícil que una parte significativa de los clientes retiren sus fondos de los bancos, por eso la iniciativa Cantoná no funcionó. ¿o sí?. Pues sí, pero de una manera perversa. No fueron los pequeños ahorradores y asalariados quienes sacaron su dinero. Han sido las grandes fortunas las que desde el comienzo de la crisis han protagonizado una auténtica fuga de capitales del sistema financiero español. Es lógico. Son los que realmente saben de economía y entendieron la fragilidad de los bancos españoles, la misma que los había enriquecido con la burbuja y ahora los amenazaba con quebrar y llevarse por delante sus fortunas ganadas con la especulación.


Aquí se muestra la evolución de los depósitos en los países periféricos de la UE, en el estudio del Bank for International Settlements de 2011. Sólo en 2012 salieron de España 179.221´2 millones de Euros, un 144% más que el año anterior. Una cifra equivalente al 18% del PIB.

¿Y a donde va todo ese dinero que sale de España? Pues principalmente a Alemania en Europa y a paraísos fiscales. Sitios donde guardar el dinero con seguridad.


¿Pero realmente había peligro? Pues la liquidez de los bancos españoles era realmente preocupante, con un endeudamiento enorme y con la cartera llena de activos tóxicos, que no podían vender para ganar liquidez porque no valían ni una fracción de su valor contable. ¿Y que pasa cuando los bancos se quedan sin liquidez para respaldar sus depósitos? Pues un corralito. Forlmente tu dinero está en el banco pero no puedes sacarlo, porque en realidad no está. Al final hay que ajustar y quitarte una parte de tus ahorros para que se ajusten a lo que hay. Una quita, como en Chipre, o un cambio de tus ahorros a otra moneda que valga menos, como en Argentina. En todo caso, pierdes.

Y ya en 2010, el premio nobel de economía J. Stiglitz situaba a España en la senda del corralito por sus similitudes con la Argentina de principios de siglo. En cualquier caso, habría que decir que el FROB garantiza los depósitos hasta 100.000 € en España (digamos que es como un seguro del Estado), siempre y cuando no quiebre también el FROB, claro.

Pues bien, estábamos en que los bancos, una vez que estalla la crisis, se dan cuenta de que necesitan urgentemente liquidez (por eso dejan de dar créditos por más avales que tengas y empiezan a cobrar por todo), y que los ricos, que se lo huelen, empiezan a llevarse su dinero al extranjero, agravando seriamente la situación. ¿Cual es la estrategia de la banca entonces? La estafa de las preferentes.

Las preferentes son el producto perfecto para esta situación. Son inversiones de altísimo riesgo, puesto que van a capital y por tanto sirven para cubrir las necesidades de liquidez, no están garantizadas y tienen que asumir pérdidas. Además son renta perpetua, por lo que no son exigibles. Es la manera ideal de captar liquidez. Y todos los bancos se lanzaron a una feroz campaña por convertir depósitos de ahorradores en participaciones preferentes. Para 2011 ya habían captado 30.000 millones de Euros en preferentes.

Esta estrategia tenía dos problemas. La primera es que era una estafa, la segunda que no era suficiente. De lo primero no hay mucho más que decir, han sido abundantes los titulares, ancianos firmando con la huella dactilar, bebés de 10 meses poseedores de preferentes, en fin, legislación penal pura y dura, a pesar de que todavía nadie haya ido a la cárcel. Solo Blesa, uno de los autores intelectuales de la estafa, la pisó unos días y al final acabaron condenando al juez.

Que no era suficiente quedó demostrado cuando un año después el gobierno tuvo que pedir el rescate a la UE para evitar el corralito. Eso sí, los preferencistas perdieron la mitad de su dinero (12.727 millones de €) con este rescate, al tener que asumir pérdidas por la recapitalización de los bancos. Ahorro de las familias españolas que en lugar de reconducirse a la inversión y la puesta en marcha de la economía, como se supone debe hacer el sistema financiero, fue fagocitado por los bancos para tapar sus agujeros.

El rescate, por su parte, se nos vendió como un crédito de 40.000 millones de Euros "en condiciones muy ventajosas" de Europa a nuestros bancos. En realidad era un préstamo a España, con una serie de contraprestaciones políticas en forma de recortes, ya que aumentaba en déficit público. Luego España transfería ese dinero a los bancos y se acabó, porque un año después el gobierno reconocía que no se iba a recuperar ese dinero. Ya no nos estafan los bancos, ahora es directamente el gobierno el que lo hace.

Pero parece que sigue sin ser suficiente. Ayer mismo, Lucio Di Matteo, analista de la crisis argentina de 2001-2002, decía que la amenaza de corralito seguía estando muy presente. Lógico, si consideramos que ya ha pasado en Chipre, que los bancos han usado buena parte del dinero obtenido para mantener sus márgenes de beneficios especulando, o que países como España o Grecia corren un gran riesgo de no poder para sus deudas públicas (que es igual a no pagar a los bancos, sus acreedores).

Los bancos necesitan seguir captando liquidez, y es aquí cuando viene la última estafa masiva a los ciudadanos. los planes privados de pensiones. Ya la Unión Europea, en su Libro Blanco sobre las Pensiones, recomendaba a los españoles que se abrieran planes privados para garantizar su jubilación. Yo diría para garantizar el pago a sus bancos. Y es que, estos planes privados suponen que una parte de la renta anual de los trabajadores y trabajadoras quede bloquedada por 30 ó 40 años en poder de los bancos para que especulen con ella. Es una inyección de liquidez no exigible a hasta muy largo plazo, justo lo que necesitan.

También el gobierno, el actual y el anterior, se lanzó a esta campaña para que nos abriésemos planes privados. Recordemos las declaraciones del ministro de trabajo Celestino Corbacho allá por 2010, por ejemplo. Lo mismo que dos años después decía Linde, el gobernador del Banco de España.Y por supuesto las entidades financieras, advirtiéndonos que si conocemos las tragedias familiares de Marco o Heidi, necesitamos un plan de pensiones. Yo por suerte era más de la Bruja Avería. ¡Viva el mal, viva el capital!

Pero veamos si este es un buen consejo desde el punto de vista económico. Comparando los resultados del estudio realizado en 2011 por el profesor Pablo Fernandez del IESE-Business School, que analizaba la rentabilidad en los últimos diez años de los 532 planes de pensiones privados:

  • Solo 2 fondos de los 532 superaron la rentabilidad de los Bonos de Estado a 10 años
  • 3 fondos de los 532 superaron el 4% de rentabilidad
  • Solo 27 fondos de los 532 superaron la inflación promedio (2,8%)
  • Mientras que 191 fondos tuvieron una rentabilidad promedio negativa

En el periodo Diciembre 2001- Diciembre 2011 la rentabilidad del IBEX-35 fue del 4,3% y la de los Bonos del Estado a 10 años del 5,13%.

Parece que un fondo de pensión no es definitivamente el mejor sitio para invertir los ahorros. Lo más probable es que termines perdiendo dinero, directamente o vía inflación, y desde luego hay sitios mejores donde rentabilizarlo sin quebrarte demasiado la cabeza. Y esta escasa rentabilidad no es culpa de la crisis, ya que el periodo analizado es desde 2001.

Entre las causas de esta baja rentabilidad, además de una posiblemente desacertada política de inversiones, sin duda influye y mucho la comisión de gestión que aplican los fondos. En el caso de España la comisión media es del 2,70% (la segunda más elevada del mundo por detrás de Canadá). En Francia es del 1,88% y en Holanda del 0,82%. Las comisiones de los fondos en 2007 fueron de 1.000 millones de euros.

En realidad, la rentabilidad de los planes de pensiones se la quedan los bancos, y la rentabilidad para el ciudadano viene de las desgravaciones fiscales. O sea, que es el Estado vía impuestos negativos el que financia la rentabilidad de los planes de pensiones privados para que los bancos puedan seguir haciendo dinero. Eso sí, esta rentabilidad es a corto plazo, de un año para otro, por lo que no cubre la pérdida de poder adquisitivo para cuando el plan privado es necesario, en la jubilación.

Seamos serios, lo que no es sostenible no son las pensiones públicas sino las privadas, siempre ha sido así, lo demuestra la historia. Podemos mirar a Chile donde la privatización de las pensiones por Pinochet solo ha servido para que las pensiones caigan a una media del 70% del salario y uno de cada tres pesos que entra en esos planes acabe en los bolsillos de los accionistas.

No podemos, como sociedad, seguir manteniendo el negocio bancario a costa de nuestros recursos. Si no son rentables que quiebren, y si se usa dinero público que sea para establecer una banca pública ética, social y solidaria.