Con motivo del Máster de Economía social tuve recientemente la ocasión de entrevistar de primera mano a algunos de los protagonistas que, desde sus empresas, construyen el modelo de economía social en Andalucía.
En un momento como éste, en el que el modelo capitalista neoliberal ha mostrado su estrepitoso fracaso en garantizar el bienestar de la población y el desarrollo económico, estas alternativas empresariales basadas en otros principios humanistas y democráticos han demostrado su mejor resistencia a la crisis, de conservación del empleo y vinculación con el territorio. Demostrando que pueden ser una magnífica alternativa para un nuevo modelo productivo.
Quiero aprovechar el blog para transcribir una de éstas entrevistas y comenzar con ello una serie de artículos sobre economía social.
El entrevistado es José Carlos García, director técnico de Solarpen SAL, una empresa con 7
años de experiencia en el campo de la iluminación LED y energías renovables y
con una clara orientación innovadora. La entrevista se realiza en la sede de
esta empresa en el Parque Tecnológico CITEC en Gelves, junto al río.
- Buenos días José Carlos, quiero
comenzar preguntándote por la empresa. ¿Qué es Solarpen? ¿Cómo se gesta el
proyecto y que perspectivas de futuro tenéis?
JC: Solarpen es una sociedad
anónima laboral que tiene 15 socios, parte capitalistas y parte laborales. El
91% del capital está en manos de los trabajadores, con un total desembolsado de
481.000 euros.
El proyecto se inicia en el
2007 y se constituye en 2008. Nos reunimos un grupo de personas que venimos del
mundo de la energía, electrónica, sector transporte y comercio exterior. Cada
socio con una formación y bagaje laboral distinto.
Barajamos las distintas
posibilidades para constituir Solarpen y llegamos a la conclusión que la
sociedad laboral era la fórmula que más nos interesaba por sus ventajas frente
a otros modelos.
Empezamos a trabajar primero
fabricando captadores solares y posteriormente empezamos a desarrollar la
tecnología LED. Llegamos a un acuerdo con Fidetia, que es una fundación de la
Universidad de Sevilla, y a través del departamento de arquitectura de
ordenadores de Ingeniería Superior Informática empezamos a desarrollar
tecnología propia para desarrollar nuestros productos.
Esos fueron los primeros
embriones de los que sacamos los prototipos iniciales y tomamos como banco de
pruebas al municipio de Valdelarco, Huelva. Donde se instalaron y ensayaron
esos primeros prototipos y luego ya se lanzó el producto definitivo. Fue el
primer municipio de España iluminado con tecnología LED y tuvo repercusión en
todos los medios de comunicación nacionales y en revistas especializadas a
nivel internacional.
Hemos seguido colaborando con
Fidetia, evolucionando y desarrollando nuevos productos. Ya con más de 1500
referencias de productos, la mayoría con patentes mundiales. Referencia en el
mercado nacional de la iluminación a pesar de la competencia de las grandes
marcas extranjeras como Phillips, Osram, etc.
También en el campo de las
renovables hemos desarrollado con patente mundial farolas LED alimentadas por
paneles solares. Con muy buena acogida en el mercado porque está demostrado que
el coste en obra civil de llevar la acometida eléctrica a una zona nueva frente
a la instalación de farolas fotovoltaicas es mucho más caro. Nuestro proyecto referencia es la carretera
más larga dotada en España con iluminación LED fotovoltaica que es la salida de
Arahal hacia la A-92. Con un trazado complejo, porque cruza la vía del tren, y
cuyo coste de iluminación era 463.000€ y nosotros conseguimos iluminarla con
nuestra tecnología por 60.000€.
Por tanto, la colaboración
público-privada ha sido muy importante en el desarrollo de Solarpen.
- ¿Qué ventajas e inconvenientes ves en constituirte como Sociedad Laboral? ¿Qué os hizo
decantaros por esta fórmula?
JC: Después de analizar las
diferentes fórmulas que hay para constituir una sociedad, nos decantamos por la
laboral en primer lugar porque podíamos, o sea, porque cumplíamos con los
requisitos legales.
Luego entendíamos que había
unas ventajas fiscales importantes, y a la hora de funcionar es un
funcionamiento mucho más estrecho, vamos todos codo con codo, a diferencia de
la sociedad puramente mercantil que se mueve por el puro interés especulativo,
y nosotros íbamos a crear, no a especular. Frente a esa gran empresa que viene
a especular, a llevarse lo que puede, mirando solo la peseta, de manera
impersonal y luego si tiene que irse o cerrar la empresa, si te vi no me
acuerdo. Esa es la gran diferencia. Las sociedades laborales, quienes la
conforman son siempre inversores productivos. La gente trabaja más
estrechamente, se fomenta el cooperativismo, se cree en que la unión hace la
fuerza. Es otra filosofía completamente distinta.
- Estáis asociados a Feansal. ¿Qué ventajas os aporta el asociacionismo y que os
hizo sindicaros en este tipo de asociaciones?
JC: Pues porque la unión hace
la fuerza. Tenemos relaciones y convenios abiertos por ejemplo con una
cooperativa de consumidores y usuarios como Zencer, de consumidores de
electricidad, o con Contenedomus, al que aportamos la iluminación a su proyecto
de viviendas sociales a partir de contenedores obsoletos. Y en proyectos como
éste estamos involucradas varias empresas de la economía social que trabajamos
codo a codo. Así que no solo los trabajadores de las empresas de economía
social trabajan codo a codo, sino que las propias empresas entre sí hacen
igual.
Por supuesto también la
oportunidad que nos brinda Feansal, como órgano de unión y coordinación, que
nos aporta un gran valor, y que siempre está luchando, como patronal que es,
por defender nuestros intereses, y de verdad, no de palabra.
- ¿Qué demandarías de las Administraciones Públicas?
JC: Bueno eso es tan amplio
que podríamos dedicar unas jornadas completas. Pero resumiendo. Por una parte,
con respecto a las sociedades laborales, mayor apoyo. Que no estamos nada
apoyados. Si tuviéramos las sociedades laborales el apoyo que tienen las
empresas del IBEX-35 en este país hubiésemos acabado con el paro. Pero parece
que no interesa. Las sociedades laborales son la solución más viable a la
crisis actual, yo diría que casi la única. No esperemos que multinacionales
vengan a quitar los 6 millones de parados. Porque lo único que buscan es el
máximo beneficio económico. Las sociedades laborales somos del territorio, creemos
en el territorio, nacemos el territorio y repercutimos nuestros ingresos en el
territorio. Eso es crear riqueza y puestos de trabajo. Además fomentan el
consumo, el comercio local y hacen que se mueva la microeconomía.
Por otro lado, se nos está
castigando a los administradores de las sociedades laborales porque se nos
quiere mantener en el régimen de autónomos, que es desfavorable al interés del
trabajador. En muy pocas ocasiones se nos deja ir al régimen general. Eso hay
que cambiarlo porque es que hay peleas para no ser administrador de la sociedad
laboral.
Después, los poderes públicos
adjudicadores se les llena la boca de que hay que apoyar a la PyME, al
autónomo, la economía social, pero después sus actos nos van encaminados ahí.
Nos encontramos muchas licitaciones públicas, contratos públicos, que se
favorece a las grandes empresas frente a la pequeña. Por ejemplo, les cuesta
adoptar fórmulas como las clausulas sociales, y así no se apoya la empresa
local, el empleo local. Que son las que generamos riqueza en el territorio. Yo
en todos mis años nunca he visto una multinacional que anteponga el beneficio
social al económico.
Por ejemplo, está ahora de
moda sacar licitaciones agrupadas por un importe muy alto y eso es imposible
para la PyME acceder a ellas. Pero es que además, aunque nos unamos en UTE, no
es posible porque la Ley de Contratos del Sector Público, que no beneficia al
cooperativismo entre empresas, obliga a que si el pliego de licitación exige
una serie de condiciones al licitador, si se presentan en UTE, se les exige
esas condiciones a todos y cada uno de los miembros de la misma. Eso hay que
cambiarlo, que luego se les llena la boca a los políticos diciendo que hay que
apoyar a la economía social y PyMEs, pero luego las principales partidas se las
llevan otros.
- Preguntarte también por todo ese discurso actual de apoyo al emprendimiento, si
os habéis podido beneficiar de alguna de estas medidas para fomentar el empleo
y el emprendimiento.
JC: Las reformas están
pensadas en las grandes empresas. Porque reducir el impuesto de sociedades al
25% ¿A quién beneficia?, pues a las grandes empresas y a la banca.
Vivimos en un sistema
capitalista, y si nos fijamos en EEUU, país capitalista por excelencia, allí se
fomenta por todos los medios a la PyME y el autónomo dentro de EEUU, y a las
multinacionales se les da dinero para que vayan
al extranjero a conseguir divisas, pero no se les permite especular en
el mercado interior porque dañan el tejido empresarial. ¿Por qué aquí si se
permiten los oligopolios? Igual falta formación económica.
- Para finalizar, ¿Qué papel piensas que pueden jugar las Sociedades Laborales en
un contexto como el actual de crisis, con la tasa de desempleo que sufrimos?
JC: Total. La economía social
es la piedra angular para salir de la crisis. Permite a la gente desempleada
emprender actividades con una serie de beneficios y apoyos, muy pequeños
todavía, que si los políticos quisieran respaldarían más y se conseguirían más
objetivos. Son PyMEs que se crean y generan su actividad en el entorno, crean
empleo y reinvierten sus beneficios en la zona. Y eso es lo que necesita la
economía española, una regeneración del tejido empresarial total y desde abajo.
Con grandes multinacionales no vamos a salir en la vida de la crisis. Al
contrario, podemos caer más en la crisis. Eso se da cuenta cualquier persona.